Págate a ti mismo primero

Este concepto tan poderoso se publicó por primera vez en el libro de George Clason “El hombre más rico de Babilonia”, donde explicaba cómo para comenzar a tener libertad financiera, debía guardarse 1 de cada 10 monedas que ganaba. 

Más tarde, autores como Brian Tracy o Robert Kiyosaki lo desarrollan en sus libros de psicología financiera.

Pero la diferencia entre sus enseñanzas y las mías, es que yo sí te enseño el paso a paso para conseguir el éxito en tus finanzas.

Hoy te voy a guiar para que puedas implementar esta enseñanza en tu día a día, paso a paso y de la misma manera en la que yo lo hice.

Si quieres empezar a tener el control de tus ingresos, es importante que, una vez termines esta lectura, pongas en práctica los pasos que te enseño.

EMPIEZA POR ADMINISTRAR TU DINERO

“¿Cómo hago para administrar bien mi dinero?”

Esta es una pregunta recurrente en mis sesiones de coaching financiero. Da igual si tienes un buen sueldo, o si tus ganancias al mes son pequeñas, lo que importa es que sepas manejarlo conscientemente. Para eso, la primera regla y más importante (y que tienes que empezar a aplicar desde hoy mismo) es que separes tus ingresos en diferentes cuentas y les des propósitos distintos.  El número de cuentas dependerá de ti.  Pero piensa que, si hasta ahora te ha costado manejar el flujo de dinero en una, no podrás hacerlo mejor teniendo 7 u 8. 

En mi opinión, la mejor fórmula para las personas que son libres financieramente es la de tener 3 cuentas.

Este sistema es el que yo utilicé y es el que enseño en mis seminarios, hasta ahora con muy buenos resultados.

CF - Cuenta número uno:

Es la cuenta básica, la cuenta bancaria que actualmente utilizas y que de ahora en adelante vamos a nombrar como “cuenta de costos fijos” o CF.

Esta cuenta nos sirve para poder hacer frente a los gastos recurrentes, como facturas de agua, luz o teléfono y compras diarias de alimentación, pago de alquiler, etc.

CLF - Cuenta número dos:

Esta es la “cuenta de libertad financiera” o CLF, donde tú te vas a pagar a ti mismo primero.

ALPG - Cuenta número tres:

Y, por último, vas a usar la tercera cuenta de “ahorro a largo plazo para gastos” o ALPG.

Como bien dice su nombre, esta cuenta sirve para gastos planificados o para imprevistos.

La forma de usar estas cuentas se hará según el nivel de inteligencia financiera con respecto a la administración del dinero.

Como bien dice su nombre, esta cuenta sirve para gastos planificados o para imprevistos.

¿QUÉ ES PÁGATE A TI MISMO PRIMERO?

Este hábito consiste en separar un porcentaje de los ingresos que llegan a tu cuenta básica, es decir, CF, y enviarlos a tu segunda cuenta, o CLF.

Antes de gastar los ingresos que has generado, debes aplicar esta regla.

Da igual si el saldo de tu cuenta es mayor o menor de lo que te gustaría, debes empezar a aplicar esta regla para convertirla en un hábito.

El mejor momento para empezar a pagarte a ti mismo es ahora mismo.

Para poder aplicarlo, debes seguir estos pasos: 

  1. Descarga la app de tu banco en tu celular (o abre su web).
  2. Abre 2 cuentas bancarias extra a la que ya tienes (CLF y ALPG).
  3. Transfiere el 10% del saldo de tu cuenta número 1 (CF) a tu cuenta número 2 (CLF).
  4. Marca esta transacción como favorita para que se repita cada mes.

Este ejercicio debe ser de acción inmediata si de verdad estás dispuesto a mejorar tu vida económica. 

Da igual si tu saldo actual es de US$ 10,000 o de US$ 10, transfiere ese 10% a tu cuenta de libertad financiera cada mes para que este pequeño porcentaje no se pierda en los gastos.

Cuando yo empecé a implementar este hábito, contaba con una deuda de US$ 80,000, así que si tú deuda no es mayor que la mía en ese momento, no tienes ninguna excusa para no empezar a aplicar este sistema desde ya.

Mi recomendación es que, al principio, el porcentaje destinado a la cuenta de libertad financiera sea de entre el 5% y el 10%. 

Yo, en mi caso con esa deuda tan alta, no podía empezar pagándome a mí mismo con el 5%, pero empecé con el 1%. 

Poco a poco y siendo muy constante, fui subiendo este porcentaje hasta llegar a un 90%.

Como ves, el hábito es más importante que el monto.

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LO MÁS IMPORTANTE ES QUE EMPIECES

Lo primero que tienes que tener claro antes de aplicar este sistema es la respuesta a esta pregunta: 

¿Qué hacer con el dinero de tu CLF?

El dinero que deposites en esta cuenta será únicamente utilizado para invertir.

Las inversiones serán preferiblemente en activos de bajo riesgo que no necesiten de tu tiempo, es decir, que te generen ingresos pasivos y residuales a la larga sin que tú tengas que trabajar para ello. 

De esta forma, tú puedes seguir haciendo lo que has hecho hasta ahora para generar ingresos cada mes.

Pero, déjame decirte, que la CLF rompe la regla de la inversión en caso de que tengas algún imprevisto.

Es decir, que puedes usar esta segunda cuenta como un fondo de tranquilidad o emergencia si lo necesitas.

Pero cuidado, si ese imprevisto o gasto está planificado entonces usaremos la tercera cuenta de ahorro a largo plazo para gastos (ALPG).

Este ha sido el caso de muchas personas que me escribieron durante el confinamiento preguntándome qué debían hacer para afrontar esos imprevistos como despidos o emergencias médicas. 

Y gracias a que tenían el dinero ahorrado en su CLF pudieron hacer frente a estos gastos. Lo importante no es que lo tuvieran que gastar o no, lo importante es que ya tenían ese hábito instaurado.

¿SABES QUE TUS PENSAMIENTOS AFECTAN A TUS AHORROS?

“ Tú eres un imán que atrae a personas, situaciones y circunstancias que están de acuerdo con tus pensamientos predominantes.”

En el libro “Los secretos de la mente millonaria” de T. Harv Eker, el autor habla de un patrón de conducta y pensamiento que todos tenemos en la mente subconsciente respecto al dinero.

Aprovecho para recomendarte esta lectura para que amplíes esa mentalidad de libertad financiera.

Algunos de los conceptos que desarrolla el escritor en el libro son “en lo que te enfocas, se expande y “lo que crees, lo creas”.

¿Qué quiere decir esto? 

Que el universo cumple todos tus deseos y principalmente tus pensamientos predominantes.

Si tú estás ahorrando dinero para estos dos motivos: 

  1. Pan para mayo.
  2. Enfermedad. 

Te recomiendo que cambies tu objetivo al ahorrar.

Tus pensamientos predominantes atraerán esas dos situaciones a tu vida para que así eso que has ahorrado puedas gastarlo en ese propósito, que es para lo que realmente fueron creados.

La CLF está diseñada para invertir, para generar ingresos pasivos y residuales y así poder lograr tu libertad financiera. 

Excepcionalmente, como hablábamos anteriormente, tengas que hacer uso de ese dinero para hacer frente a algún imprevisto o emergencia puntual.

Lo que sí te recomiendo es que inviertas en un seguro médico. 

Esto no quiere decir que por tener este seguro estés pensando en una enfermedad, sino que en el caso de que mañana tuvieras que enfrentarte a una cirugía o atención clínica, te va a sacar de un buen apuro. 

Al pagar una mensualidad, los gastos médicos se reducen al 10% de lo que costaría en total porque ya lo has ido pagando anteriormente mes a mes.

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ALGUNAS REFLEXIONES DE VALOR

Te quiero enseñar lo que a mí me ha sucedido cuando he aplicado este sistema en diferentes países en mis talleres “Ganando el Juego del Dinero”.

Las personas, ya sean de pensamiento pobre o de clase media, dicen lo siguiente:

 “De mis ingresos, gasto; y de lo que me queda, ahorro.”

¿Sabes cuál es el problema ahí? 

Que NUNCA les queda para ahorrar. 

Incluso, peor aún, algunos se terminan endeudando con tarjetas de crédito para poder llegar a fin de mes.

En cambio, las personas de pensamiento rico dicen lo siguiente:

 “De mis ingresos me pago a mí mismo primero, porque yo soy la persona más importante financieramente hablando.”

Entonces, una persona de pensamiento rico, primero se paga a sí misma y luego recién empieza a hacer sus gastos. 

Te voy a dar aquí algunas recomendaciones iniciales para que no te falte nada y le pongas acción a esta información.

No puedes gastar lo que no ves.

Esto quiere decir, que cuando crees las dos cuentas extra en tu banco, te darán dos tarjetas de débito diferentes a la que ya tienes. Mi recomendación es que nunca lleves esas tarjetas en tu billetera, porque si no las tienes a tu alcance, no podrás hacer gasto con ellas.

La razón es bien sencilla.

Si tú alguna vez te iniciaste en esta metodología y te viste en una situación en la que no te alcanzaba el dinero, pensaste: “voy a pedir prestado a mi CLF para unos gastos que tengo que hacer y luego lo devuelvo”… Y, efectivamente, nunca se devuelve.

Si tú no empiezas a pagarte a ti mismo primero, nadie más lo va a hacer por ti.

En esta no hace falta explicación.

Si tú no te empiezas a pagar a ti mismo primero vas a terminar toda tu vida trabajando para otros o para ti mismo. 

Esto es porque como nunca tuviste excedentes de dinero para invertir, siempre vas a tener que depender de tu propio ingreso si eres autoempleado o del ingreso de otros para poder vivir.

Ahora, te quiero decir algo.

Si tu hubieses puesto en práctica este poderoso concepto desde que tú formabas parte de la población económicamente activa, desde que empezaste a generar ingresos, ¿te has preguntado cuánto dinero tendrías hoy en tu CLF?

Probablemente mucho, MUCHO, más dinero de lo que hoy tienes en ahorros. 

Entonces recuerda: 

“MÁS IMPORTANTE QUE EL MONTO, ES EL HÁBITO

Y a través de estas reflexiones, espero que de una vez por todas tomes acción para que empieces a tener control de tus finanzas personales. 

Si te gustó esta información que te acabo de compartir, te voy a pedir:

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